miércoles, 19 de febrero de 2014

EL TURISMO, LA ETERNA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO

ANTONIO LEAL


La esperanza no sólo es el símbolo de un color de nuestra bandera andaluza, es lo que gran cantidad de jóvenes andaluces con ideas innovadoras e iniciativas emprendedoras están comenzando a perder. Según el estudio Doing Business 2013, España, y por ende Andalucía, está a la cola en el barómetro específico de apertura de nuevos negocios. Suena a embuste del mismísimo “Pepe Trola”, pero es la triste realidad de un país que se encuentra al nivel de Uganda en cuanto a complejidad burocrática. El ingente número de trabas y la poca agilidad que existe en España a la hora de abrir una empresa es algo que desanima a muchos emprendedores, que se ven obligados a hacer las maletas y probar fortuna empresarial en el extranjero.

Aparte de bares, cervecerías y negocios de hostelería que siguen el modelo de franquicia, pocas empresas más están proliferando en Andalucía en los últimos años. El turismo es actualmente y parece que continuará siéndolo en el futuro, el último clavo ardiendo al que agarrarnos para sortear el temporal que azota nuestra tierra en forma de crisis económica. Día tras día somos bombardeados con titulares del tipo: El verano sonríe al turismo andaluz, Récord de gasto de turistas extranjeros en Andalucía, o Sevilla se consolida como tercer destino turístico nacional. Por otra parte, tanto el Ayuntamiento de Sevilla como la Junta de Andalucía se afanan por vender las bondades de nuestra tierra como destino turístico preferente.

Susana Díaz en la pasada Feria Internacional del Turismo (FITUR)


No seré yo quien tache de vano este esfuerzo ni quien se oponga a ello. Andalucía es un lugar maravilloso y atractivo, que por sus condiciones climáticas y culturales resulta un destino turístico con cualidades propias, ricas. También pienso que este sector ha de suponer un pilar importante de nuestra economía, pero por el amor de Dios, ¡no el único! Nuestros políticos siguen empeñados en mantener y exprimir al máximo a la nueva gallina de los huevos de oro. Los andaluces nos seguimos encasillando, continuamos negándonos la oportunidad de aprender de los errores propios y ajenos y seguimos colocando todos los huevos en la misma cesta.

Basar nuestra esperanza de recuperación económica únicamente en el sector turístico conlleva el mismo nivel de riesgo que jugarnos todos los ahorros a una sola carta. Es cierto que el turismo y la hostelería son lo poquito que en esta tierra parece funcionar, pero no podemos volver a crear esa relación de dependencia que existió no hace mucho con el sector de la construcción y que a la vista está cómo terminó. Si bien es cierto que nuestra oferta turística es diversa, variada y de calidad, en los últimos años han proliferado una serie de potenciales competidores cuya oferta es similar, cuando no superior a la nuestra, y a precios más competitivos.

Cuadro comparativo de trámites burocrático necesarios para abrir un negocio


La mejora de la competitividad andaluza en el nuevo entorno económico, cada vez más turbulento y cambiante, pasa por la apuesta y por el fortalecimiento de un tejido empresarial e industrial que lleva décadas -cuando no siglos- descuidado. Es verdad que la mentalidad emprendedora y el fomento de una cultura empresarial no es algo que pueda conseguirse de la noche a la mañana. No se trata de que, por arte de magia, pasemos de ser una región turística a una región productora o industrial, ni creo que un cambio tan drástico fuera del todo beneficioso. No obstante, lo que a todas luces beneficiaría a nuestra economía y a nuestros jóvenes empresarios es la flexibilización y agilización de la burocracia, desde el seno de la propia administración pública, que únicamente lastra y pone trabas al talento y la creatividad de los andaluces que tienen una idea de negocio y anhelan llevarla a la práctica. La promoción de la cultura del emprendimiento a través de la creación de organismos públicos como la Fundación Andalucía Emprende, si no va acompañada de las pertinentes medidas de flexibilización antes mencionadas, se me antoja a todas luces insuficiente.

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