jueves, 5 de diciembre de 2013

EL LÍMITE

JAIME FERNÁNDEZ-MIJARES



La raída chistera ya se resiente, pero aguantará unos ochenta años más. Así que, lo bueno es que el hombre que quiere contemplar frente a frente la gloria de Dios en la tierra, debe contemplar esta gloria en la soledad –tal y como pregonaba Allan Poe-. Lo mejor, es que la gloria de cada persona es un mundo y esa deidad adorada por todo humano se contempla frente a frente en la soledad de una mañana, el día que somos más fuertes.

Comenzar cada día con la misma frase no nos hace poseedores de buena diligencia o de superioridad moral, pero si me hace poseedor de una verdad absoluta, que No sabemos dónde está el límite pero si sabemos donde no está. La frase que sirve de título a un libro que me marcó muchísimo y escrito por un Day Trader ultra fondista, es un compendio de todo acontecimiento que tenga lugar en cualquier lugar del mundo por nimio que sea.

Es más cierto aún, que se harán muy largos nuestros pasos antes que encontrar un mundo mejor, una España mejor, una Andalucía mejor, una propia vida mejor. Sopla un viento de años que hacen sufrir mucho, pero que nos curten mas, probamos los dulces amargos de una entelequia alimentada a base de palabras y propaganda. Les quedan a ustedes muchas mañanas para ganar, para ganar más Libertad y mayor compromiso de quienes eligen para con ustedes, así que, nosotros hace tiempo que empezamos a quemar las dudas en nuestro desván.

Viajamos a la deriva en un tren con destino  a ningún lugar, salvajes sin equipaje somos desde que aquello que empezó hace treinta años se desvirtuara, si es que alguna vez tuvo virtud. El hombre nuevo no tiene ya locura que guardar, pues la duda y la locura tienen la misma identidad: la imposibilidad de Triunfar. Ese par de heridas no cierran con facilidad pero deben cerrar pronto, pues son quienes habitan en esta tierra que amamos los amos de su propio destino y de su propia identidad y del afán de superación.

Que sus mercedes pretendan ser seres planos beneficia a quienes les gobiernan y a quienes votan para que estén sentados en la poltrona en frente de quienes rigen los destinos de esta tierra desindustrializadas, y ahí conviene señalar el límite. El límite se sobrepasa cuando se desindustrializa una Comunidad Autónoma y se pretende hacer creer que somos la Suiza de España con una Industria amamantada a base de ya sabemos qué o a base soltar guita para que no se vayan. El límite está en esos personajes que dicen Pepe era el mejor porque, además, es mi mejor amigo.

El límite deja de existir cuando se silencia a periodistas de un determinado diario a la hora de informar sobre el maná de Gas que está donde un día habitaron atlantes. El límite se sobrepasó cuando se da a luz a un diario digital para que hable como si fuera nuestro mejor amigo, quizás el límite se sobrepasó cuando los señores vendieron parte de su alma a grandes fondos de inversión y haciendo creer a la gente que son medios polarizados. ¿Pero que sean medios polarizados quiere decir que no puedan informar de determinadas cosas? Si, pero estén tranquilos, con mi chistera en la mano les digo que hace frío y calor, y hablar del tiempo siempre es bueno, aunque resulta pesado.

El límite quedó hecho cenizas el día que unos cuantos iluminados decidieron que una Comunidad Autónoma puede tener un fondo de inversión y jugar a ser Gordon Gekko o Hank Paulson y convertirse así en una máquina de perder dinero a nuestras conscientes espaldas.

El límite ya se ha sobrepasado y ustedes andan anestesiados. Esta crisis no es económica. Es una crisis de valores, una crisis moral, el tiempo en el que ustedes creen que quienes gobiernan son igual de buenos que ustedes, y no se equivocan, pero son mas listos, porque creen que tienen poder, y ese poder coyuntural del que gozan no les sirve para otra cosa que para creer que son caciques de una tierra que ya está harta de ellos.

El límite lo han sobrepasado y han saltado al vacío ignorando que les espera lo peor. En frente nos encontramos nosotros. Debemos saltar al vacío. Debemos cruzar la frontera de lo invisible y de lo imposible. Sobrepasar esos límites supone cumplir objetivos. Lo que nos espera no es malo cuando somos hombres y mujeres plenos, no es malo cuando el hombre, que día a día exprime su cerebro para conseguir que su trabajo brille y ese éxito repercuta en el bien de quienes les rodean, anda con la cabeza bien alta. Lo que nos espera, una vez que saltemos al vacío, no es lo malo, sino lo mejor, pues hay algo que quienes sobrepasaron el límite no tienen ni tuvieron ni tendrán jamás: El Honor y la Palabra.



Para A. : Porque hubo un tiempo en el que supimos donde NO estaba el límite.

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