“Una sociedad que priorice la igualdad sobre la libertad no obtendrá
ninguna de las dos cosas. Una sociedad que priorice la libertad sobre la
igualdad obtendrá un alto grado de ambas” – Milton Friedman
Cualquiera puede deducir que la pobreza relativa de Andalucía
respecto al resto de España y Europa se debe a la falta de inversiones y empleo
que generen riqueza. Pero, ¿de verdad Andalucía puede atraer o crear esas
oportunidades que impulsen nuestra economía y con ella nuestra sociedad? Desde
“Andaluces, regeneraos” así lo creemos. Por ello pusimos en marcha este
(¿utópico?) proyecto.
El ideal andaluz siempre toma por bandera el sueño de que
los andaluces volvamos a ser lo que
fuimos. Un nuevo futuro soñando con el pasado. Lo cierto y verdad es que en
ese pasado glorioso que tuvimos, Andalucía y, en general España, sabía cuáles eran
las actitudes que te llevaban a tener un país próspero en la época. El mundo ha
cambiado desde entonces, y con él los patrones que llevan a las naciones a
tener ciudadanos que prosperen. Ahora quizás también se sepa cómo crear
riqueza, pero en Andalucía quizás la mayoría ignore las razones por motivos
sociales y políticos.
¿De veras puede Andalucía salir de la cola de España y de
Europa? ¿Presenta ventajas para ello? Sin ir más lejos, Andalucía es la puerta
de Europa a África y Sudamérica; es también punto clave entre el Mediterráneo y
el Atlántico; es una región cada vez más abierta -tanto en la forma de pensar
de su sociedad como por el enfoque exterior de las empresas andaluzas-; tenemos
un clima envidiable y una oferta de ocio y turismo de primera calidad. Además atrae a importantes líderes políticos de todo el mundo. ¿Por qué, entonces, no atrae también a empresas?
En un mundo cada vez más globalizado tenemos que aprovechar estas
ventajas y desarrollarlas en toda su plenitud. Muchas empresas, como por
ejemplo las de servicios financieros o tecnológicas, sólo requieren de poco más
que una buena conexión a internet y de personal cualificado. Comprar en la
bolsa de Tokio o desarrollar una aplicación móvil se puede hacer tanto aquí
como en Londres o San Francisco. Hay que facilitar que este tipo de empresas se
vean atraídas por las bondades de nuestra región. Y más aún si son actividades
que generan un alto valor añadido. ¿Se imaginan un clúster de fondos de
inversión en la Costa del Sol o un Cartuja
Valley?
Pero no, no se equivoquen. Junta y gobierno central tendrían
que intervenir muy poquito. Más bien, no molestar e intentar que la regulación
sea poca y clara. Nada farragosa. En cuanto a las condiciones ideales para
atraer capital y empresas, es importante diferenciar en este punto las
políticas que competen a gobierno nacional y a gobierno regional, o a ambos
conjuntamente. Por lo tanto, aquí nos ocuparemos de lo que está al alcance de
la Junta de Andalucía.
En primer lugar, bajar
los impuestos cedidos y directamente eliminar los creados por la propia
Comunidad Autónoma. Iluso de mí, pues veo poco probable que eliminen los
tributos que ellos mismos crearon. No reconocerían ese fracaso. Ya comentamos
aquí lo desproporcionado del IRPF y la inutilidad de ciertos gravámenes. Por otra parte, hay que
tener en cuenta que el esfuerzo fiscal
en Andalucía en el año 2011 era el tercer mayor de España, que ya es de por sí
alto. Para que lo entiendan, el esfuerzo fiscal refleja el porcentaje de lo que
ganamos que se destina a impuestos. Llegado este punto, es importante distinguir entre esfuerzo fiscal y presión fiscal, pues el primer término nos da una aproximación más real del peso del sector
público en la economía. Las empresas tienen que tener facilidades para
contratar personal cualificado y si se les grava de forma excesiva –como ocurre
en la actualidad- no tendrán incentivos a venir ni tampoco a quedarse en
Andalucía.
Pues bien, para atraer inversiones no sólo hay que tener un
sistema impositivo sencillo y bajo, sino también hay que eliminar
bur(r)ocracia. No podemos ser los penúltimos en el número de días que se dedican a crear empresas entre los países ricos de la OCDE. Y es importante este dato, pues
nuestro tejido industrial lo conforman principalmente pequeñas y medianas
empresas.
Hay que apoyar al
sector privado sin invertir en él. Luego salen casos como Alestis donde las aventuras
empresariales de la Junta cuestan millones a los contribuyentes, o se crean
parques tecnológicos como si los innovadores geeks surgieran por imperativo legal. ¿Acaso Silicon Valley surgió por una propuesta del Gobierno de California?
Se necesita más inversión en capital riesgo. Las empresas de
capital riesgo son empresas financieras que invierten en empresas en un
horizonte temporal largo (10 años). Pero, por favor, que no sea creen desde el
sector público. Ya hemos tenido suficiente con que Invercaria no supiera dónde invirtió o que invirtiera en empresas que no existían. Aún voy más allá, que nuestros políticos se olviden por favor
de la idea de hacer un banco público. Hemos tenido suficiente con el
desastre de las cajas de ahorros.
Por último, hay que cambiar
la cultura de la subvención por la cultura de los incentivos. Que las
ayudas sean en momentos puntuales y de extrema necesidad. Y, por supuesto, no
hay que generalizar esos momentos de extrema necesidad. Esta afirmación la
sostuvo el mismo consejero de Economía de la Junta de Andalucía en una de sus
primeras intervenciones. Buena noticia. Aunque, ya se sabe que del dicho al
hecho, hay un trecho.
En definitiva, se trata de ganar una confianza que se tarda
mucho en labrar, pero muy poco en destruir. Es preferible una región donde sus
ciudadanos viven de la dinámica del sector privado que del –en muchos casos-
ineficiente sector público. El sector
público es el aceite necesario para que el motor –el sector privado- coloque a
Andalucía donde los andaluces queremos.
Con la expresión "glorioso pasado" te refieres a la expoliación de diversos países? Se agradece una explicación al respecto.
ResponderEliminarNo olvidar las inversiones públicas en educación, que como bien constata la realidad europea, se tercian necesarias para que el capital humano pueda crear valor.
Un saludo y ánimo con la escritura
Gracias por comentar "AmigodeAmigo".
EliminarCon lo de "glorioso pasado" me refiero a dos épocas en las que el sur de la Península fue un centro de primerísima importancia: la época boyante de Al-Ándalus con Granada o Córdoba como ciudades clave, y el comercio con América donde, primero Sevilla y después Cádiz, fueron también ciudades prósperas. Sin duda, son dos momentos de nuestro pasado glorioso.
Efectivamente, la inversión pública (y la privada) en educación son necesarias. Pero en este artículo quería centrarme más en medidas que son a medio plazo. Porque la tasa de retorno de la inversión en educación (sobre todo primaria y secundaria) conlleva mucho tiempo. Aunque sí, sin duda tienes razón ;)
Espero ver tus comentarios en otros artículos.
Un abrazo,
Diego Bermúdez
Muy buen artículo Diego.
ResponderEliminarLa receta está clara, creo que Andalucía es una tierra con mucho potencial para atraer al sector privado a invertir, tanto por capital humano, territorial y económico.
El problema es que tu eres mucho más optimista que yo, aquí existe un mal endémico que hoy en día hace imposible todo ese desarrollo del que hablas, ese mal se llama clase política. Que, por ende, en Andalucía está bastante arraigado, y es corrupto y clientelar.
Mientras tengamos una clase política que dedica sus esfuerzos a vivir muy bien del presupuesto público y a batallas políticas sin sentido, en vez de destinar sus esfuerzos a que la economía despegue y a estar cerca de la sociedad y los empresarios, cualquier avance que queramos para nuestra tierra será irrealizable.
Aun así, está claro que pequeños esfuerzos por cambiar las cosas como este blog resultan imperiosos hoy en día, y más de la gente joven que somos los que tendremos algún día poder y fuerzas para cambiar las cosas.
Así que enhorabuena y un abrazo.