martes, 3 de diciembre de 2013

ATRAER EL CAPITAL

DIEGO BERMÚDEZ


“Una sociedad que priorice la igualdad sobre la libertad no obtendrá ninguna de las dos cosas. Una sociedad que priorice la libertad sobre la igualdad obtendrá un alto grado de ambas” – Milton Friedman


Cualquiera puede deducir que la pobreza relativa de Andalucía respecto al resto de España y Europa se debe a la falta de inversiones y empleo que generen riqueza. Pero, ¿de verdad Andalucía puede atraer o crear esas oportunidades que impulsen nuestra economía y con ella nuestra sociedad? Desde “Andaluces, regeneraos” así lo creemos. Por ello pusimos en marcha este (¿utópico?) proyecto.

El ideal andaluz siempre toma por bandera el sueño de que los andaluces volvamos a ser lo que fuimos. Un nuevo futuro soñando con el pasado. Lo cierto y verdad es que en ese pasado glorioso que tuvimos, Andalucía y, en general España, sabía cuáles eran las actitudes que te llevaban a tener un país próspero en la época. El mundo ha cambiado desde entonces, y con él los patrones que llevan a las naciones a tener ciudadanos que prosperen. Ahora quizás también se sepa cómo crear riqueza, pero en Andalucía quizás la mayoría ignore las razones por motivos sociales y políticos.

¿De veras puede Andalucía salir de la cola de España y de Europa? ¿Presenta ventajas para ello? Sin ir más lejos, Andalucía es la puerta de Europa a África y Sudamérica; es también punto clave entre el Mediterráneo y el Atlántico; es una región cada vez más abierta -tanto en la forma de pensar de su sociedad como por el enfoque exterior de las empresas andaluzas-; tenemos un clima envidiable y una oferta de ocio y turismo de primera calidad. Además atrae a importantes líderes políticos  de todo el mundo. ¿Por qué, entonces, no atrae también a empresas?

En un mundo cada vez más globalizado tenemos que aprovechar estas ventajas y desarrollarlas en toda su plenitud. Muchas empresas, como por ejemplo las de servicios financieros o tecnológicas, sólo requieren de poco más que una buena conexión a internet y de personal cualificado. Comprar en la bolsa de Tokio o desarrollar una aplicación móvil se puede hacer tanto aquí como en Londres o San Francisco. Hay que facilitar que este tipo de empresas se vean atraídas por las bondades de nuestra región. Y más aún si son actividades que generan un alto valor añadido. ¿Se imaginan un clúster de fondos de inversión en la Costa del Sol o un Cartuja Valley?

Pero no, no se equivoquen. Junta y gobierno central tendrían que intervenir muy poquito. Más bien, no molestar e intentar que la regulación sea poca y clara. Nada farragosa. En cuanto a las condiciones ideales para atraer capital y empresas, es importante diferenciar en este punto las políticas que competen a gobierno nacional y a gobierno regional, o a ambos conjuntamente. Por lo tanto, aquí nos ocuparemos de lo que está al alcance de la Junta de Andalucía. 

En primer lugar, bajar los impuestos cedidos y directamente eliminar los creados por la propia Comunidad Autónoma. Iluso de mí, pues veo poco probable que eliminen los tributos que ellos mismos crearon. No reconocerían ese fracaso. Ya comentamos aquí lo desproporcionado del IRPF y la inutilidad de ciertos gravámenes. Por otra parte, hay que tener en cuenta que el esfuerzo fiscal en Andalucía en el año 2011 era el tercer mayor de España, que ya es de por sí alto. Para que lo entiendan, el esfuerzo fiscal refleja el porcentaje de lo que ganamos que se destina a impuestos. Llegado este punto, es importante distinguir entre esfuerzo fiscal y presión fiscal, pues el primer término nos da una aproximación más real del peso del sector público en la economía. Las empresas tienen que tener facilidades para contratar personal cualificado y si se les grava de forma excesiva –como ocurre en la actualidad- no tendrán incentivos a venir ni tampoco a quedarse en Andalucía.

Pues bien, para atraer inversiones no sólo hay que tener un sistema impositivo sencillo y bajo, sino también hay que eliminar bur(r)ocracia. No podemos ser los penúltimos en el número de días que se dedican a crear empresas entre los países ricos de la OCDE. Y es importante este dato, pues nuestro tejido industrial lo conforman principalmente pequeñas y medianas empresas.

Hay que apoyar al sector privado sin invertir en él. Luego salen casos como Alestis donde las aventuras empresariales de la Junta cuestan millones a los contribuyentes, o se crean parques tecnológicos como si los innovadores geeks surgieran por imperativo legal. ¿Acaso Silicon Valley surgió por una propuesta del Gobierno de California?

Se necesita más inversión en capital riesgo. Las empresas de capital riesgo son empresas financieras que invierten en empresas en un horizonte temporal largo (10 años). Pero, por favor, que no sea creen desde el sector público. Ya hemos tenido suficiente con que Invercaria no supiera dónde invirtió o que invirtiera en empresas que no existían. Aún voy más allá, que nuestros políticos se olviden por favor de la idea de hacer un banco público. Hemos tenido suficiente con el desastre de las cajas de ahorros.

Por último, hay que cambiar la cultura de la subvención por la cultura de los incentivos. Que las ayudas sean en momentos puntuales y de extrema necesidad. Y, por supuesto, no hay que generalizar esos momentos de extrema necesidad. Esta afirmación la sostuvo el mismo consejero de Economía de la Junta de Andalucía en una de sus primeras intervenciones. Buena noticia. Aunque, ya se sabe que del dicho al hecho, hay un trecho.

En definitiva, se trata de ganar una confianza que se tarda mucho en labrar, pero muy poco en destruir. Es preferible una región donde sus ciudadanos viven de la dinámica del sector privado que del –en muchos casos- ineficiente sector público. El sector público es el aceite necesario para que el motor –el sector privado- coloque a Andalucía donde los andaluces queremos.


3 comentarios:

  1. Con la expresión "glorioso pasado" te refieres a la expoliación de diversos países? Se agradece una explicación al respecto.

    No olvidar las inversiones públicas en educación, que como bien constata la realidad europea, se tercian necesarias para que el capital humano pueda crear valor.

    Un saludo y ánimo con la escritura

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    1. Gracias por comentar "AmigodeAmigo".

      Con lo de "glorioso pasado" me refiero a dos épocas en las que el sur de la Península fue un centro de primerísima importancia: la época boyante de Al-Ándalus con Granada o Córdoba como ciudades clave, y el comercio con América donde, primero Sevilla y después Cádiz, fueron también ciudades prósperas. Sin duda, son dos momentos de nuestro pasado glorioso.

      Efectivamente, la inversión pública (y la privada) en educación son necesarias. Pero en este artículo quería centrarme más en medidas que son a medio plazo. Porque la tasa de retorno de la inversión en educación (sobre todo primaria y secundaria) conlleva mucho tiempo. Aunque sí, sin duda tienes razón ;)

      Espero ver tus comentarios en otros artículos.

      Un abrazo,

      Diego Bermúdez

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  2. Muy buen artículo Diego.

    La receta está clara, creo que Andalucía es una tierra con mucho potencial para atraer al sector privado a invertir, tanto por capital humano, territorial y económico.

    El problema es que tu eres mucho más optimista que yo, aquí existe un mal endémico que hoy en día hace imposible todo ese desarrollo del que hablas, ese mal se llama clase política. Que, por ende, en Andalucía está bastante arraigado, y es corrupto y clientelar.

    Mientras tengamos una clase política que dedica sus esfuerzos a vivir muy bien del presupuesto público y a batallas políticas sin sentido, en vez de destinar sus esfuerzos a que la economía despegue y a estar cerca de la sociedad y los empresarios, cualquier avance que queramos para nuestra tierra será irrealizable.

    Aun así, está claro que pequeños esfuerzos por cambiar las cosas como este blog resultan imperiosos hoy en día, y más de la gente joven que somos los que tendremos algún día poder y fuerzas para cambiar las cosas.

    Así que enhorabuena y un abrazo.

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