lunes, 30 de diciembre de 2013

MANUEL, CLARA Y EL SMI

DIEGO BERMÚDEZ


Manuel es un joven de familia humilde. Vive con su familia en un pueblo de la provincia de Sevilla. No fue un alumno brillante, pues repitió el último curso de secundaria. Sin embargo, movido por su afición a los coches, optó por hacer un módulo de algo que le apasiona: la mecánica. Al poco tiempo de concluir el módulo, Manuel empezó a trabajar en un taller. Aprendiendo de los maestros y de lo que leía en internet, su gran pasión era seguir ganando experiencia para, en un momento dado, poder montar su propio taller. Sin embargo, en 2011 el dueño del taller, frente a la caída del número de clientes, tomó la difícil decisión de desprenderse de los servicios de Manuel. Desde entonces está desempleado.

Por su parte, Clara vive a las afueras de Granada. Como Manuel, nunca fue una alumna brillante. No por ello pudo completar sus estudios y, una vez acabados, decidió incorporarse al mercado laboral. Además, Clara tiene grandes dotes comunicativas y un claro perfil comercial. Nada más terminar la ESO, Clara empezó trabajando en una tienda de pinturas. Sus mencionadas cualidades y el auge del sector en la época del boom le permitieron tener un salario más que digno. Al igual que Manuel, llegó un día en que la despidieron. Pero no por un ajuste parcial de la empresa, sino porque ésta directamente se fue a la quiebra al cabo de dos años iniciada la crisis. Por suerte, Clara pudo encontrar empleo de forma temporal al poco tiempo en una cadena de comida rápida. No le pagan tan bien como años atrás y encima trabaja sólo cuando la llaman. No es su trabajo soñado, pero al menos con estos ingresos puede ayudar a su familia que tan mal lo está pasando.

Consternados por todo lo que ocurre en España en la actualidad, Manuel y Clara han desarrollado su faceta reivindicativa. Con su círculo íntimo y sobre todo desde sus cuentas de Twitter, los dos cargan contra los dos últimos Gobiernos por las decisiones que están tomando. Decisiones que, si se mezclan con la corrupción de los partidos, hacen que Clara y Manuel se distancien cada vez más de la política.

La última de las decisiones de la cual se horrorizan es la de la congelación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Cargan contra el PP, aunque también lo hacen contra el PSOE. El teclado de sus smartphones echa humo. Aunque lo que desconocen es que ese humo no tendría que ser humo negro. Más bien tendría que ser fumata blanca.



Fumata blanca porque esa decisión, lejos de perjudicarles por completo, les perjudica menos que si lo subieran. Los dos se encuadran en una capa social baja, con poca formación y encima desempleada. Han sufrido en sus carnes la crudeza de la crisis. Y esta crudeza se ha tornado en reivindicación. Reivindicación que no se sustenta en esta medida en particular.

Ambos creen que en el hipotético caso de que se subiera el SMI las personas con bajos o nulos ingresos como ellos se verán beneficiadas. Y que por lo tanto es la política a adoptar ahora. Pudiera parecer que al aumentar el SMI, las familias con ingresos más bajos se verán beneficiadas, pues tendrán más dinero para gastar en estos difíciles momentos. Pero no es así.

Por ejemplo, si se sube el SMI de 400 a 600 €, los trabajos que generan un valor añadido de 400 € pasan a valer 600 €. Por lo tanto, el empleador tiene incentivos a:

   a) Como han subido sus costes –mediante ley-, se prescinde de los servicios de los trabajadores menos cualificados quienes hacen las labores que generan un valor de 400 €. Prescinde de trabajadores porque de golpe –o mejor dicho, por ley- sus costes se han incrementado y no precisamente porque la gente demande más los productos que ofrecen. Esto significa que el desempleo aumentará y ni Manuel ni Clara podrán encontrar empleo.

      b)  El empleador tendrá incentivos a pagar en B o en negro al empleado que genera 400 € de valor añadido. Frente a los 600 € que marca la nueva ley, el valor real que se genera es de 400 €. Y esa diferencia es algo que se genera artificialmente. Por lo tanto, se fomentaría –aún más- la economía sumergida y el fraude. En el caso de que Manuel y Clara trabajasen en negro, ninguno de los dos estaría cotizando, por lo que la pensión que reciban cuando se jubilen será menor –además de que habrá menos dinero que se destine para los pensionistas que reciben su pensión hoy en día-.

    c) Por otra parte, aquellas labores que pudieran ser mecanizadas a un coste más bajo se mecanizarían. En algunos Estados de EEUU también se planteó una subida del SMI. Algunos políticos argumentaron que una subida del SMI sí que daría trabajo, pero a máquinas como la de la foto.

El sustituto de Clara si se subiera el Salario Mínimo Interprofesional


Los detractores de la postura que se defiende en este artículo creen falazmente que lo que se persiguen son salarios más bajos. Y no es cierto. Lo que se persiguen son salarios libres. Porque el valor que genera un trabajo no se puede medir por ley, es algo dinámico que varía con el tiempo. Además cada trabajo presenta productividades diferentes y por lo tanto genera distinto valor.

Eso sí, si se quisiese un salario mínimo más real, ¿por qué entonces se estipula el mismo SMI para el País Vasco y para Andalucía? Si el desempleo en el País Vasco es menor –que lo es-, los salarios son más altos –como así son-. Si el desempleo en Andalucía es mayor –como así es-, los salarios son más bajos –y así es-. ¿Por qué, entonces, tener el mismo SMI para todo el territorio nacional?

Si tan necesario y útil es la política del SMI, ¿por qué no se sube de 645,3 € a 1.000 €? De esta forma los más humildes percibirían un mayor sueldo, ¿no? Esto no es así. Subiendo el SMI se crea desempleo entre las capas sociales más bajas y se impide que los ya desempleados –que son muchos- puedan volver a trabajar. Precisamente es una medida que perjudica a los que la defienden desde el desconocimiento, como Manuel y Clara.

No hay que confundir la buena voluntad de las decisiones políticas con los efectos que tienen realmente. Si se eliminase el SMI, Clara y Manuel podrían volver a trabajar, y poco a poco ganarían más dinero y experiencia. Así, llegará un punto en el que Manuel podría montar su propio taller y Clara obtener un trabajo mejor gracias a una mayor experiencia. No hay que olvidar que las decisiones de política económica generan efectos secundarios y que por muy buena que pueda ser una política social, la mejor siempre será la que permita que las empresas libremente puedan crear empleo.

No es política, es economía.

RUTAS Y DESTINOS

GONZALO GRAGERA


Aguardiente de Cazalla. Alájar. Alanís de la Sierra. Almonte. Andújar. Antequera. Aracena. Arcos de la Frontera. Ayamonte. Baelo Claudia. Baeza. Berja. Bolonia. Cabo de Gata. Cabra. Cádiz. Caños de Meca. Carmona. Cazalla de la Sierra. Córdoba. Doñana. Écija. Estepa. Estepona. El Albaicín. El Castillo de Almodóvar. El Coto. El mostachón de Utrera. El Puerto de Santa María. El Rocío. Fuente Obejuna. Fuente Vaqueros. García Lorca y Luis Rosales. Granada. Grazalema. Guadalcanal. Hornachuelo. Huelva. Isla Cristina. Itálica. Jerez de la Frontera. Juan Ramón Jiménez. Júzcar. La Aldea. La Alhambra. La Alpujarra. Las bodegas de Jerez. La Caleta. La Giralda. La Gruta de las Maravillas. La Malagueta. La Mezquita. La Plaza del Cabildo. Plaza de Toros de El Puerto de Santa María. La Peña de Arcos. La Ría. La Sierra de Mágina. La Sierra del Pinar. Las torres de Écija. La Vega de Carmona. La Vega del Guadalquivir. La Viña. Linares. Málaga. Marbella. Marchena. Moguer. Mojácar. Nerja. Níjar. Orce. Osuna. Palos de la Frontera. Priego. Ríotinto. Ronda. Roquetas. Sanlúcar de Barrameda. Sanlúcar del Guadiana. Santiponce. Sevilla. Sierra Nevada. Tarifa. Úbeda. Utrera. Valdevaqueros. Véjer. Zahara de los Atunes.


Y Andalucía.

viernes, 20 de diciembre de 2013

LA HORA DE LOS OPTIMISTAS

DIEGO BERMÚDEZ


“Si no fuera por el gobierno, no tendría de qué reírme” - Nicolás Sebastien Roch Chamfort

Vuelven los expatriados a su casa (andaluza, se entiende) y el ánimo palpable no varía respecto al año pasado. Quizás el nivel de desánimo no sea tanto en comparación, pero sí que lo es el de indignación. Familias que mueren por no sabemos qué, medios que se apresuran a decir que fue porque recogían comida caducada sin ser cierto –dónde quedó el rigor-, políticos que utilizan la tragedia con fines partidistas, y administraciones de distintos niveles gubernamentales que se culpan entre sí. ¿Qué no?

La recuperación avanza lentamente y uno va viendo cómo las leyes del mercado son violadas una y otra vez en esta tierra. En épocas de crisis como la actual, es normal que las empresas reduzcan producción a la espera de una fase del ciclo mucho más favorable. Es la llamada destrucción creativa de Schumpeter. El cierre de empresas, dentro de lo malo, permite liberar recursos humanos y materiales que se pueden utilizar de forma más eficiente en otros proyectos. Todo lo que subió en una fase anterior, baja en parte en una fase posterior. Esto es algo que el ciudadano de a pie no conoce o no tiene asimilado.

La Junta sigue campando a sus anchas. Corrupción aparte –que ya es decir-, hace de aseguradora sin suscribir previamente ninguna pólizase aventura en proyectos elefantiásicos con la excusa de la participación público-privada (si ven una sola empresa privada háganmelo saber, por favor) o mantienen rutas aéreas inviables económicamente mediante subvención. En este último caso, llama la atención cómo se justifica la inviabilidad económica de la ruta aérea Sevilla-Almería con la llamada rentabilidad social. Será que genera empleo para los más pobres, ¿no? Me da a mí que no.

Podríamos seguir comentando noticias negativas. Pero como la Navidad se acerca y la Excelentísima señora ha cumplido cien días como presidenta, prefiero continuar hablando de aquellas noticias esperanzadoras. Un ejemplo del buen hacer lo podemos encontrar en el Puerto de Huelva, un ente público con beneficios, que ya es decir. Pero beneficios no destinados en obras faraónicas ni proyectos inviables, sino beneficios reinvertidos en sí mismos con el objetivo de atraer más barcos y rutas comerciales. Un ejemplo de que existe el gestor público responsable y válido.

En el aspecto privado, pocas noticias reflejan el carácter emprendedor del andaluz. Ese carácter que al fin y al cabo es el que nos va a sacar de ésta. El carácter que lo desarrolla uno mismo: por familia, por motivación personal o por necesidad. Les invito a que conozcan Historias de Luz, un portal dedicado a ensalzar las historias particulares de los andaluces que brillan por sí mismos. Aquellos andaluces locos que emprendieron o que fruto de su estudio e investigación descubrieron algo relevante. Una fuente de inspiración para el que quiere prosperar y para el que mira el futuro de forma optimista.

Por último y, como indicativo de que vamos saliendo poco a poco, vemos que el escaso empresariado andaluz se va moviendo en la dirección favorable. Directivos que forman sus propios fondos de capital riesgo  o grupos empresariales consolidados que retoman la inversión. La receta está clara, su conocimiento no tanto. Son estas últimas noticias que quisiera uno leer a diario. Noticias escasas que se buscan con ahínco en la prensa. Pero a pesar de que abunda el pesimismo, nosotros no caemos en él. Llegó el momento de cambiarlo, de revertir la tendencia: es la hora de los optimistas.

¡Feliz Navidad!

miércoles, 18 de diciembre de 2013

CIEN SUSANAS

GONZALO GRAGERA


Cien días cumple Susana como presidenta de la Junta de Andalucía. Cien días como cien astros bajo el caciquismo que debemos soportar los andaluces. Porque sí, sin más fundamento ni excusa que el arbitrio de quien se cree por encima de todo lo divino y de todo lo humano. Porque en el nombre de la legitimidad y en el paripé de unas primarias así obraron los dioses paganos que habitan en el poder. Yo te absuelvo de todos tus pecados, ego te absolvo a peccatis tuis in nomine del fraude, de la factura falsa, del paro, del informe PISA, del fondo de reptiles y de la corrupción. Y como si nada de esto hubiera pasado, como si un velo de opaca sutileza todo lo borrara del mapa, como si el conejo que tenemos en la chistera de nuestros impuestos desapareciera, como si la prensa y los juzgados de instrucción de esta comunidad hubiesen sido un entremés… la elegida de entre todas las mujeres, en un par de chasquidos, hace de la sequía el océano y del todo la nada.

Cien días cumple Susana como presidenta de la Junta de Andalucía. La savia nueva que nada sabía ni de nada era sabia. Como nada sabe Manuel Chaves y como nada sabe José Antonio Griñán, ellos sólo saben el camino más corto para plantarse en Madrid cuando en su tierra arden los campos de la imputación. Senador el último. Negación de San Pedro ante los hijos pródigos de su rebaño. Huida de perros viejos con muchas pulgas agradecidas y con pocas chaquetas de pana. Eneros de 2009 y septiembres de 2013 –en un tiempo los primeros ladridos de la Raza, en el otro las sombras de la imputación ¿casualidad? En ellas no creo- que suponen la puesta en marcha de una sucesión digna de las mejores dinastías y de las mejores casas; qué época aquella cuando en Andalucía los alcaldes se elegían en las mesas de cuatro familias y no en las urnas. Aquella legitimidad… Parece que ayer. Parece que es hoy. Parece que será mañana.

Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía


Cien días cumple Susana como presidenta de la Junta de Andalucía. Todo es distinto para volver a ser lo mismo. Ya lo dejó escrito Luis Rosales… porque todo es igual y tú, andaluz, lo sabes. Ahora conoces el gobierno a golpe de titular, de noticia en la prensa, de desmedida solidaridad tan siniestra como ilusoria. Que de ilusiones se vive, o no. Que de populismo se vive, o no. Dar la imagen, la superficialidad, que todo parezca y que nada sea: ese es el primer objetivo. Presidenta de puro marketing, de asesores y de mensajes manidos, de fachadas de un edificio en ruinas… Todo es tan actual, todo es tan de este tiempo, todo es tan familiar y tan conocido.


Cien días cumple Susana como presidenta de la Junta de Andalucía. Carece de oposición, tampoco se encuentra con la opinión ajena que le debería esperar sentada en los rincones del Parlamento. Nadie le dice a esta Venus del socialismo que es mortal. Sus adversarios no tienen programa, ni tienen ideas, ni tienen esperanza. Nacen, se reproducen y mueren en las Arenas del fracaso. Contrapartida ideológica tan necesaria como ausente. Porque los conservadores andaluces están dormidos, sin contribuir al sano ejercicio de la democracia. Entre tanto, mientras los días pasan y en el calendario se marcan las fechas, aquí están los que no esperan una consejería ni una secretaría general, los que no conocen las tripas del partido, los que nunca han asistido a un congreso, los que quieren vivir felices y en paz, los que padecen las subidas de los precios en la luz y en la educación, los que contribuyen con su trabajo al trabajo de lo público, los que leen las cifras del paro y se derrumban. ¿Con esos qué podemos celebrar, Susana? ¿Cien motivos para regenerarnos? Más de cien, más de cien…

martes, 17 de diciembre de 2013

DESNUDAR LA VERDAD

JAIME FERNÁNDEZ-MIJARES


No soy mucho de hablar sobre cortinas de humo, pero aquí tienen sus mercedes una historia sobre la mayor y mejor cortina de humo que vivimos estos días.

El día pintaba soleado, pero se levantó con brumas. Allí estaba, en aquel banco de Brooklyn mirando a Manhattan, a ese mastodonte de hormigón y cristal cuyas obras dirigió Le Corbusier. Y allí vino a sentarse aquel hombre, apartando elegantemente mi raída chistera para hacerse sitio; sin pedir permiso, pues no es que necesite permiso este maestro.

–Vituperada está, pero ahí sigue más de medio siglo después, los que la defendemos, aún creemos en la Libertad y en un mundo mejor asentado sobre los Derechos Humanos –me dijo mientras sonreía-.

El profesor es alguien normal. Y decide, este puente de la Inmaculada, amenizar –aún mas- mi estancia en New York. Quiere contarme una historia, una historia de besugos ineptos, los cuales, unos tienen razón y no saben el porqué y otros no tienen razón y saben por qué. Virtud de la ignorancia para los primeros y virtud de la irresponsabilidad para los últimos. Mirando a aquel edificio de la primera avenida entre la 42 y la 48, me vienen aquellos días en que recibía sus lecciones y decidía desnudar el mundo, desgajarlo, y construir un mundo mejor a base de derechos civiles que hicieran entender mejor por qué triunfa el mal cuando los hombres buenos no hacen algo. Así el profesor, sentado a mi lado y mirando a Manhattan comenzó a relatar.

Esa historia comienza con un presidente cuya cortina de humo es destripar la parte de un país, contraviniendo así el artículo 1.2 de una determinada Constitución, pues deja claro tal artículo que de la propia soberanía nacional emanan los poderes del Estado, no de la propia soberanía de su “nación milenaria” -Rahola dixit-, para distraer de asuntos más importantes como la preocupante incapacidad de ese presidente y adláteres para administrar y gobernar uno de los territorios más ricos de ese país. Este presidente se escuda en el Derecho de Autodeterminación de los pueblos. Y puede hacerlo, pero…

Ese derecho de autodeterminación quedó bien delimitado y desarrollado en las resoluciones 1514 (XV), 1541 (XV) y 2625 (XXV) de Naciones Unidas .Queda claro entonces que este territorio no es un territorio colonial, que esa Comunidad Autónoma no es un territorio sujeto a dominación colonial, y por tanto, no tiene derecho a esa autodeterminación ni escudándose en una hipotética transferencia de competencias de un derecho a referéndum que, queda claro, pertenece a aquél Estado del que ese President pretende destripar el territorio que gobierna, pues los artículos 148 y 149 de la Constitución no dejan lugar a equívocos sobre cuáles son las competencias que una Comunidad Autónoma puede ejercer y cuáles son las del Estado, teniendo el Referéndum que ser convocado por el jefe del Estado (Artículo 62 c de la Constitución de 1978), y no es que sea jefe de Estado este presidente de región.

Teniendo este relato con  tintes de intriga palaciega propia de las novelas de un territorio hipotético imaginado y bien descrito por Dickens –por ejemplo- podemos echar agua para diluir el hielo que cualquier político tenga como argumento. Queda claro que un Presidente de Comunidad Autónoma no puede decidir él mismo cuándo quiere que sus ciudadanos voten sobre la soberanía de un Estado o cuándo convocar referéndum cuando no es competente para ello, y todavía más novelesco y a la par ridículo, pretender escudarse en un “derecho a decidir” -derecho a autodeterminación de los pueblos, entiendo y entiende cualquier jurista-.

Lo mejor de esta historia es la inspiración de ese supuesto sentimiento nacionalista. Un nacionalismo remontado al primer cuarto del siglo XVIII, cuando aquel territorio apoyaba como pretendiente, al trono de Yoknapatawpha, al archiduque Carlos de Austria teniendo por contendiente a Felipe D´Anjou, y con un general catalán que mandaba un ejército al grito de “¡estáis luchando por vosotros y por toda la nación de Yoknapatawpha!”. Felipe D´Anjou anula los fueros catalanes, lo cual sirve a los “nacionalistas” catalanes como excusa para encontrar fundamento a su plantemaniento -que pueden curar de una forma que yo encuentro como la más placentera: viajar -.

Así es la historia. Así es como NO se la contarán los políticos, tanto los nacionalistas como aquellos que no ostentan tal distinción. ¿Por qué? Pues muy sencillo: porque los políticos, frente a sus mercedes, solo tiran del argumento que les redactan y de las noticias en prensa que les mandan a leer. Empaparse de Ley, Lex, LAW… ¿para qué? ¿Para qué hacer mas fuertes sus argumentos y acabar con el aire mesiánico de un presidente de Comunidad Autónoma a base de hacer pedagogía con él, explicándole por qué no tiene sentido su deriva?

El problema catalán no es un problema de identidad. El problema catalán no es un problema catalán, el problema catalán es el problema de sus políticos. Auténticos ignorantes conscientes del Derecho Internacional Público y de  la Constitución Española. El problema de los políticos en general… Personas –algunos- a las que parece dar vergüenza utilizar los puros argumentos jurídicos frente a mezquinas falacias políticas. Como ciudadanos, tenemos la ley, tenemos el argumento puro y transparente como el agua que hace que el hielo –argumentos falaces políticos- se vayan para no volver.

Aquí acabó la historia, el profesor se había esfumado, dejando mi raída chistera en el mismo lugar en donde estaba antes de su visita. Y allí sigo sentado, mirando a Manhattan, escribiendo para vosotros.

A don Juan Antonio Carrillo Salcedo. Quien nos enseñó a amar el Derecho Internacional Público y nos llevó de la mano por los callejones de su autoridad y de su sabiduría.

viernes, 13 de diciembre de 2013

DEL NIDO NO ES POLÍTICO

GONZALO GRAGERA


"El pueblo se libera cuando tiene recursos para vivir de su trabajo, y cultura para pensar por su cuenta".  Francisco Robles.


Llega diciembre con el turrón, con las luces en las calles, con las compras de primera y última hora, con la horterada de Papá Noel trepando los balcones, con las comidas de empresa en donde cuanto más primo más me arrimo, con los cuñados y las cuñadas, con el Iphone en la mesa tecla que te tecla, con las campanadas de un dos mil trece que agoniza… Llega diciembre con esa idiosincrasia de eterno retorno, de lo conocido y lo familiar, de regreso a un viaje de ida, de reiteración de la vivencia. Y en esta repetición, en este deja vu, en este no hacer mudanza en la costumbre, aquello que estamos hastiados de contemplar: la corruptela. Corrupción que persiste en todos los estamos de la vida social andaluza: sindicatos, empresarios, administración, partidos políticos, cajas de ahorro, equipos de fútbol… Quien esté libre de pecado que tire la primera instrucción.

En Andalucía también podríamos tirar el último informe que nos ha llegado y que, por enésima vez consecutiva, nos pone la cara rojita de la vergüenza y del estupor que causa leer su contenido. El informe PISA nos conduce al último escalón de la enseñanza. Si bien es cierto que algo hemos remontado respecto al último informe del 2009, seguimos en la cola del subdesarrollo: mendigando y maquillando tanta miseria. ¿Cuestión de ceder competencias al Estado? ¿Error de tanta ley y tanta norma según soplen los vientos en los escaños del Congreso? ¿Es necesario tanta enseñanza reglada por tanta Ley Orgánica? ¿Y la Ley Orgánica de la educación en casa y la enseñanza en el colegio? ¿Para esto tanto presumir de enseñanza pública –como si la enseñanza privada y concertada no mereciera la atención necesaria- con ordenadores portátiles a unos centros que no disponen de red Wifi? ¿Luciano Alonso aún se permite el lujo de consolar lo inconsolable? Qué poca esperanza y cuánto convencimiento.


Isabel Herce, Carmen Lorenzo con David Repiso en brazos, Enrique Soria junto a Alejandro, nieto de Blas Infante, Mª Ángeles Infante con su hija, Antonio Burgos, José Luis Ortiz de Lanzagorta y la Vda. de José Mª Osuna.
Cuatro de diciembre de 1977.



El subdesarrollo, en plena democracia, con su autonomía y todos los avíos por los que salieron los andaluces a la calle un cuatro de diciembre, como aquello que cantaran en Cádiz, también florece en las alcantarillas de ese drama que llaman paro. El paro aumenta y su tasa la sitúan en el 36,37 %. Hablando claro y por derecho: 1.447.300 andaluces que no conocen la dignidad de la retribución en un empleo. ¿Para esto conmemoramos la memoria del cuatro de diciembre? ¿Esto pidieron en esa mañana? ¿Dónde están los cooperadores de esta tropelía? ¿Nadie que asuma la función y el deber de sus responsabilidades políticas? ¿Es que nadie se echa a la calle como aquel caluroso invierno andaluz de 1977? ¿Cuándo nos despertaremos de este letargo?

Diciembre, el mes de la esperanza verde de nuestra bandera y las dos primeras en la frente de la frustración: la enseñanza que no está y el empleo que no se espera. Subdesarrollo 2.0 en nombre de un falso progreso social que nos mantiene dormidos y ausentes de toda crítica más allá del pataleo en la barra de los bares y de tuiter. Barras de bares, tangibles o virtuales, que arden en masa cuando un presidente dimite en sus funciones por creerse más listo que nadie o cuando un entrenador se viste de gala para recibir en su casa las cifras del paro que aquí hemos mostrado. Como si ellos nos dieran de comer. Como si ellos nos dieran la enseñanza que nos hará libres. Como si en ellos se depositara la razón de la existencia. Como si ellos vivieran del pan nuestro de cada día. Ay, si Del Nido hubiese seguido la senda de Fuerza Nueva. Ay, si Del Nido hubiese sido político…

miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿BANCA PÚBLICA ANDALUZA? NO, GRACIAS.

ÁLVARO GUIJO

En un momento histórico en el que la reivindicación de derechos adquiridos parece la única salida viable ante el devastador drama del desempleo, la banca pública se nos presenta como la panacea; el bálsamo de Fierabrás capaz de sanar, por sí solo, todos nuestros males. Así, Diego Valderas propone la creación de un banco público andaluz que, controlado por la –cada vez más omnipresente- Junta de Andalucía, compita en igualdad de condiciones con la banca privada en la captación de depósitos y la concesión de créditos[i]. Tal supuesta igualdad de condiciones oculta una situación de verdadera competencia desleal, ya que el banco público tendría tras de sí todo el poder coactivo estatal. Además, este nuevo instrumento podría convertirse en un juguete peligroso en manos de políticos fanáticos e incompetentes. Imaginen, en un ejercicio de política ficción, a Sánchez Gordillo al frente del futuro banco público andaluz. ¿Gestionaría eficiente y diligentemente el patrimonio de sus depositantes o, por el contrario, se dejaría llevar por el eslogan fácil y el panfletismo electoralista? Permítame que le exprese mis inquietudes.

Para determinar si es necesario implementar un modelo de banca pública en Andalucía, habremos de analizar si el flujo de crédito discurre con normalidad por los cauces de la economía real; descubriremos por qué secretas motivaciones los banqueros privados se niegan a conceder créditos a familias y empresas; y, por último, reflexionaremos acerca del papel que la pretendida banca pública podría desempeñar en el mercado crediticio andaluz.

En primer lugar, confirmaremos la versión comúnmente aceptada de la situación. ¿Es cierto que la economía andaluza –y la española en general- adolece de falta de crédito? Según apuntan el BCE y FUNCAS, las PyMES españolas han de asumir unos costes financieros un 77 % superiores a Alemania y un 35 % por encima de la media de la Eurozona[ii]. La banca privada no se muestra proclive a arriesgar su capital en proyectos de inversión que, a su juicio, no remunerarán adecuadamente el capital invertido, y ello lastra nuestra competitividad con el exterior. Dicho en román paladino, el grifo del crédito se ha cortado porque los banqueros no se fían ni un pelo del emprendedor –versión cool del empresario de toda la vida- que cruza la puerta de su despacho solicitando dinero para montar su negocio. El credit crunch, por tanto, es una realidad. Ante esta situación, cabe preguntarse por qué oscuros designios los banqueros se niegan a asumir su tradicional papel en cualquier economía de mercado: captar depósitos pagando un interés determinado y conceder préstamos a un precio más alto, obteniendo como beneficio el diferencial entre ambas rentabilidades. El excesivo riesgo asumido –que no es compensado por los tipos de interés-, sumado a la reforma financiera y a la competencia con los Estados en la captación del crédito, parecen ser claves esenciales.

Quizás el señor Valderas –vicepresidente para todo y butanero de profesión[iii]- crea tener la solución mágica ante la desmedida avaricia de los perversos banqueros. Sin embargo, antes de proponer remedio alguno, nuestro ínclito prohombre debería averiguar qué siniestras motivaciones se esconden tras el cerrojazo de crédito que paraliza la creación de nuevas empresas y alarga ad eternum la agonía del desempleo para 1.447.300 andaluces (EPA 3T 2013)[iv]. A lo mejor, los pérfidos capitalistas del puro y la chistera tienen un buen motivo para actuar de esa forma. ¿Le suena el concepto crowding out, señor Valderas? Para los no iniciados en la Ciencia Lúgubre, se trata del fenómeno producido cuando el Estado capta la mayor parte de la financiación disponible, dejando literalmente seco el grifo del crédito para familias y empresas. No debería extrañarnos: en condiciones normales, el Estado siempre será un prestatario más atractivo que el bar de la esquina. Y no es porque los banqueros tengan especial animadversión hacia el sector de la hostelería, la respuesta es mucho más sencilla. En caso de apuros financieros, las autoridades estatales ostentan el monopolio de la fuerza coactiva, lo que les permite subir los impuestos, haciendo recaer sobre los sufridos hombros de los mal llamados “contribuyentes” el peso de sus errores políticos. Ello incluso aunque hacerlo suponga incumplir sus promesas electorales. Si a esto sumamos la elevada rentabilidad que en los últimos años han presentado los bonos soberanos –debido, sin duda, al mayor riesgo de impago- el pastel estará servido. Por tanto, si el señor Valderas quiere posibilitar la financiación de la economía real, a lo mejor debería comenzar examinando qué papel ha jugado la clase política en todo esto.

Además del fenómeno conocido como crowding out, hay otra causa fundamental que explica la ausencia de crédito. Como usted sabe, el sector financiero español ha afrontado –tarde, mal y casi nunca- una necesaria reforma que supuestamente permitirá garantizar la solvencia de las entidades más débiles. Pero, ¿cuáles han sido dichas entidades? Sin ánimo de ser exhaustivos, podemos citar Caja Madrid, CajaSur, CAM, CCM, Caixa Catalunya… ¿Encuentran algún común denominador entre todas ellas? Pues sí. Curiosamente, la gran mayoría de las entidades rescatadas eran Cajas de Ahorros. ¿Casualidad? Me temo que no. En economía, como en la vida, las casualidades no existen. Más bien deberíamos hablar de incentivos. Los incentivos perversos que, en plena burbuja inmobiliaria, llevaron a los (nefastos) dirigentes de nuestras Cajas de Ahorros a financiar proyectos de inversión paladinamente ruinosos para mayor gloria del cacique local. La lista es casi interminable. Aeropuertos desiertos, autopistas peatonales o parques de atracciones condenados a la quiebra. ¿Hay alguna razón para que CCM financiara el aeropuerto de Ciudad Real y no lo hiciera, por ejemplo, el Banco Santander? Me temo que sí. El principal objetivo de un banco privado es obtener beneficios con los que remunerar a los accionistas que –libremente- han apostado por su proyecto. En consecuencia, los dirigentes de dichas entidades se cuidarán muy mucho de satisfacer otros ideales que no encajen en los fríos cálculos del Excel. Si la rentabilidad esperada compensa el riesgo asumido, el banquero privado dará luz verde a la operación. Si su apuesta fracasa, habrá de asumir íntegramente las pérdidas resultantes. Sin embargo, los criterios políticos parecen distar mucho de esta idea.

En último lugar, reflexionaremos sobre los inconvenientes que plantea un modelo de banca pública como el propugnado por el señor Valderas. Por el lado del pasivo (lo que el banco debe), ante la falta de depositantes siempre podrían recurrir al sencillo expediente de subir los impuestos, obligando a los ciudadanos andaluces a participar en la enésima aventura empresarial de la Junta. Ya se sabe, el politburó siempre sabrá mejor que usted y que yo dónde invertir su dinero. Párese a pensar, querido lector, por qué secretos designios el banco público sí estaría dispuesto a conceder préstamos mientras que la banca privada mira por encima del hombro a familias y empresas cuando pretenden solicitar un crédito. Le propongo un ejemplo: Imagine que usted es propietario de un bar en el que sirve desayunos todas las mañanas. Suponga, que tiene totalmente asegurada la asistencia de clientes. ¿Qué incentivos tendrá para ser eficiente, para servir las mejores tostadas con aceite al menor precio? Lógicamente, como persona sensata, tratará de ofrecer el pan más barato y el peor aceite, cobrando el precio más elevado que pueda. No le culpo, usted simplemente respondería racionalmente ante los incentivos del sistema. Análogamente, ¿cree que el futuro banco público tendría muchos incentivos para ser eficiente?

En cuanto al activo (lo que el banco presta), la concesión ilimitada de créditos a clientes insolventes permitiría al señor Valderas anunciar ampulosamente que “el crédito ha vuelto a la economía real” gracias –claro está- al benéfico plan de nuestros benévolos dirigentes. Desgraciadamente, como hemos comprobado a lo largo de este artículo, la genial idea de nuestros próceres no supera el más mínimo análisis económico. Una vez más, como nos enseñó el economista estadounidense Henry Hazlitt, “El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores”.

jueves, 5 de diciembre de 2013

EL LÍMITE

JAIME FERNÁNDEZ-MIJARES



La raída chistera ya se resiente, pero aguantará unos ochenta años más. Así que, lo bueno es que el hombre que quiere contemplar frente a frente la gloria de Dios en la tierra, debe contemplar esta gloria en la soledad –tal y como pregonaba Allan Poe-. Lo mejor, es que la gloria de cada persona es un mundo y esa deidad adorada por todo humano se contempla frente a frente en la soledad de una mañana, el día que somos más fuertes.

Comenzar cada día con la misma frase no nos hace poseedores de buena diligencia o de superioridad moral, pero si me hace poseedor de una verdad absoluta, que No sabemos dónde está el límite pero si sabemos donde no está. La frase que sirve de título a un libro que me marcó muchísimo y escrito por un Day Trader ultra fondista, es un compendio de todo acontecimiento que tenga lugar en cualquier lugar del mundo por nimio que sea.

Es más cierto aún, que se harán muy largos nuestros pasos antes que encontrar un mundo mejor, una España mejor, una Andalucía mejor, una propia vida mejor. Sopla un viento de años que hacen sufrir mucho, pero que nos curten mas, probamos los dulces amargos de una entelequia alimentada a base de palabras y propaganda. Les quedan a ustedes muchas mañanas para ganar, para ganar más Libertad y mayor compromiso de quienes eligen para con ustedes, así que, nosotros hace tiempo que empezamos a quemar las dudas en nuestro desván.

Viajamos a la deriva en un tren con destino  a ningún lugar, salvajes sin equipaje somos desde que aquello que empezó hace treinta años se desvirtuara, si es que alguna vez tuvo virtud. El hombre nuevo no tiene ya locura que guardar, pues la duda y la locura tienen la misma identidad: la imposibilidad de Triunfar. Ese par de heridas no cierran con facilidad pero deben cerrar pronto, pues son quienes habitan en esta tierra que amamos los amos de su propio destino y de su propia identidad y del afán de superación.

Que sus mercedes pretendan ser seres planos beneficia a quienes les gobiernan y a quienes votan para que estén sentados en la poltrona en frente de quienes rigen los destinos de esta tierra desindustrializadas, y ahí conviene señalar el límite. El límite se sobrepasa cuando se desindustrializa una Comunidad Autónoma y se pretende hacer creer que somos la Suiza de España con una Industria amamantada a base de ya sabemos qué o a base soltar guita para que no se vayan. El límite está en esos personajes que dicen Pepe era el mejor porque, además, es mi mejor amigo.

El límite deja de existir cuando se silencia a periodistas de un determinado diario a la hora de informar sobre el maná de Gas que está donde un día habitaron atlantes. El límite se sobrepasó cuando se da a luz a un diario digital para que hable como si fuera nuestro mejor amigo, quizás el límite se sobrepasó cuando los señores vendieron parte de su alma a grandes fondos de inversión y haciendo creer a la gente que son medios polarizados. ¿Pero que sean medios polarizados quiere decir que no puedan informar de determinadas cosas? Si, pero estén tranquilos, con mi chistera en la mano les digo que hace frío y calor, y hablar del tiempo siempre es bueno, aunque resulta pesado.

El límite quedó hecho cenizas el día que unos cuantos iluminados decidieron que una Comunidad Autónoma puede tener un fondo de inversión y jugar a ser Gordon Gekko o Hank Paulson y convertirse así en una máquina de perder dinero a nuestras conscientes espaldas.

El límite ya se ha sobrepasado y ustedes andan anestesiados. Esta crisis no es económica. Es una crisis de valores, una crisis moral, el tiempo en el que ustedes creen que quienes gobiernan son igual de buenos que ustedes, y no se equivocan, pero son mas listos, porque creen que tienen poder, y ese poder coyuntural del que gozan no les sirve para otra cosa que para creer que son caciques de una tierra que ya está harta de ellos.

El límite lo han sobrepasado y han saltado al vacío ignorando que les espera lo peor. En frente nos encontramos nosotros. Debemos saltar al vacío. Debemos cruzar la frontera de lo invisible y de lo imposible. Sobrepasar esos límites supone cumplir objetivos. Lo que nos espera no es malo cuando somos hombres y mujeres plenos, no es malo cuando el hombre, que día a día exprime su cerebro para conseguir que su trabajo brille y ese éxito repercuta en el bien de quienes les rodean, anda con la cabeza bien alta. Lo que nos espera, una vez que saltemos al vacío, no es lo malo, sino lo mejor, pues hay algo que quienes sobrepasaron el límite no tienen ni tuvieron ni tendrán jamás: El Honor y la Palabra.



Para A. : Porque hubo un tiempo en el que supimos donde NO estaba el límite.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

¿QUÉ SUCEDIÓ EL CUATRO DE DICIEMBRE DE 1977?

MANUEL ISORNA ESPINOSA DE LOS MONTEROS



Tal día como hoy, hace 36 años, los andaluces salieron a las calles de ciudades y pueblos en busca del reconocimiento de unas señas de identidad, demandando una autonomía. Nos cuenta la historia que los primeros movimientos del regionalismo andaluz se iniciaron a finales del siglo XIX. Fue en el Congreso Federal de Antequera, celebrado en 1883, cuando se pusieron las bases para intentar redactar unas constituciones para Andalucía.

Blas Infante, padre de la patria andaluza, publicó el Ideal Andaluz en 1918. Un libro que recoge las bases del andalucismo. Además, creó la bandera y el escudo, dos de los símbolos que hoy nos representan. Durante la Segunda República se comenzó a redactar un estatuto de autonomía y en julio de 1936 se estrenó el himno de Andalucía, que Blas Infante había escrito tres años antes. Pero el estallido de la Guerra Civil, frenó el sueño del autonomismo andaluz.

El 4 de diciembre de 1977, aproximadamente un millón seiscientos mil manifestantes se movilizaron pidiendo un gobierno autónomo para la región. Una manifestación sin precedentes, de manera coordinada, legal, y unánimemente respaldada por la totalidad de las fuerzas políticas. El efecto de las movilizaciones también se extendió a Barcelona, Madrid y Bilbao, donde alrededor de  medio millón de andaluces salieron a movilizarse. Desgraciadamente, aquella jornada festiva estuvo acompañada por incidentes en algunas ciudades. Manuel José García Caparrós, de 18 años de edad y militante de Comisiones Obreras, falleció en Málaga durante aquel día.

Manifestación en la actual avenida de la Constitución de Sevilla, 4 de diciembre de 1977.


Ante los hechos, todos los partidos convocantes de las manifestaciones (ID, MCA, OIC, ORT, PCE, PSA, PSOE, PSP, PTA y UCD) decidieron organizar, dos días más tarde, un paro general por toda Andalucía en señal de luto y protesta. Según señaló la comisión organizadora, “la actuación de elementos antidemocráticos quisieron enturbiar la jornada[1].

La importancia de la fecha lo recoge Antonio Burgos en su columna habitual del diario ABC de Sevilla: “Este día de Andalucía ha hecho que el regionalismo avance en una semana más que en diez años[2]. Manuel Clavero, presidente del Partido Social Liberal Andaluz (PSLA), manifestó que “la reivindicación fue en Andalucía un tema mucho más vivo que en otras partes como lo demostró el 4 de diciembre, ya que si repasamos el mapa español, en pocos territorios hubo una manifestación de esa índole[3].

Los andaluces no pretendían ser más que nadie pero tampoco menos. Se intentaban conseguir las mismas competencias que poseían vascos, catalanes y gallegos, como regiones históricas. El Estado español concedió la preautonomía de Andalucía.

Fue con el Pacto de Antequera, firmado el 4 de diciembre de 1978, cuando se sentaron las bases definitivas de la autonomía andaluza. El 28 de febrero de 1980 se celebró un referéndum en el que los andaluces dijeron sí a que Andalucía se convirtiera en una autonomía, como recoge el artículo 151 de la Constitución española. Se luchaba por un estatuto que trajese consigo un cambio y diera respuesta a los problemas existentes en Andalucía: la reducción del paro, la reforma agraria y la vuelta de los emigrantes, entre otros.

Sin un 4 de diciembre difícilmente hubiera habido un 28 de febrero. El 4 de diciembre de 1977, quedó marcado para muchos como el día que impulsó el cambio definitivo, la frontera entre el ayer y el mañana, el comienzo del futuro de los que construirían la Andalucía del siglo XXI[4].





[1] M. RUIZ ROMERO, La conquista del Estatuto de Autonomía para Andalucía: (1977-1982). Sevilla: Instituto Andaluz de Administración Pública, 2005, p. 49.
[2] ABC de Sevilla: “Señas de identidad”. 06-12-1977, p. 15.
[3] Entrevista a MCA, citado por M. Ruiz Romero, La conquista del Estatuto de Autonomía para Andalucía: (1977-1982). Sevilla: Instituto Andaluz de Administración Pública, 2005, p. 49.
[4] ABC de Sevilla, 04-12-1977.

martes, 3 de diciembre de 2013

ATRAER EL CAPITAL

DIEGO BERMÚDEZ


“Una sociedad que priorice la igualdad sobre la libertad no obtendrá ninguna de las dos cosas. Una sociedad que priorice la libertad sobre la igualdad obtendrá un alto grado de ambas” – Milton Friedman


Cualquiera puede deducir que la pobreza relativa de Andalucía respecto al resto de España y Europa se debe a la falta de inversiones y empleo que generen riqueza. Pero, ¿de verdad Andalucía puede atraer o crear esas oportunidades que impulsen nuestra economía y con ella nuestra sociedad? Desde “Andaluces, regeneraos” así lo creemos. Por ello pusimos en marcha este (¿utópico?) proyecto.

El ideal andaluz siempre toma por bandera el sueño de que los andaluces volvamos a ser lo que fuimos. Un nuevo futuro soñando con el pasado. Lo cierto y verdad es que en ese pasado glorioso que tuvimos, Andalucía y, en general España, sabía cuáles eran las actitudes que te llevaban a tener un país próspero en la época. El mundo ha cambiado desde entonces, y con él los patrones que llevan a las naciones a tener ciudadanos que prosperen. Ahora quizás también se sepa cómo crear riqueza, pero en Andalucía quizás la mayoría ignore las razones por motivos sociales y políticos.

¿De veras puede Andalucía salir de la cola de España y de Europa? ¿Presenta ventajas para ello? Sin ir más lejos, Andalucía es la puerta de Europa a África y Sudamérica; es también punto clave entre el Mediterráneo y el Atlántico; es una región cada vez más abierta -tanto en la forma de pensar de su sociedad como por el enfoque exterior de las empresas andaluzas-; tenemos un clima envidiable y una oferta de ocio y turismo de primera calidad. Además atrae a importantes líderes políticos  de todo el mundo. ¿Por qué, entonces, no atrae también a empresas?

En un mundo cada vez más globalizado tenemos que aprovechar estas ventajas y desarrollarlas en toda su plenitud. Muchas empresas, como por ejemplo las de servicios financieros o tecnológicas, sólo requieren de poco más que una buena conexión a internet y de personal cualificado. Comprar en la bolsa de Tokio o desarrollar una aplicación móvil se puede hacer tanto aquí como en Londres o San Francisco. Hay que facilitar que este tipo de empresas se vean atraídas por las bondades de nuestra región. Y más aún si son actividades que generan un alto valor añadido. ¿Se imaginan un clúster de fondos de inversión en la Costa del Sol o un Cartuja Valley?

Pero no, no se equivoquen. Junta y gobierno central tendrían que intervenir muy poquito. Más bien, no molestar e intentar que la regulación sea poca y clara. Nada farragosa. En cuanto a las condiciones ideales para atraer capital y empresas, es importante diferenciar en este punto las políticas que competen a gobierno nacional y a gobierno regional, o a ambos conjuntamente. Por lo tanto, aquí nos ocuparemos de lo que está al alcance de la Junta de Andalucía. 

En primer lugar, bajar los impuestos cedidos y directamente eliminar los creados por la propia Comunidad Autónoma. Iluso de mí, pues veo poco probable que eliminen los tributos que ellos mismos crearon. No reconocerían ese fracaso. Ya comentamos aquí lo desproporcionado del IRPF y la inutilidad de ciertos gravámenes. Por otra parte, hay que tener en cuenta que el esfuerzo fiscal en Andalucía en el año 2011 era el tercer mayor de España, que ya es de por sí alto. Para que lo entiendan, el esfuerzo fiscal refleja el porcentaje de lo que ganamos que se destina a impuestos. Llegado este punto, es importante distinguir entre esfuerzo fiscal y presión fiscal, pues el primer término nos da una aproximación más real del peso del sector público en la economía. Las empresas tienen que tener facilidades para contratar personal cualificado y si se les grava de forma excesiva –como ocurre en la actualidad- no tendrán incentivos a venir ni tampoco a quedarse en Andalucía.

Pues bien, para atraer inversiones no sólo hay que tener un sistema impositivo sencillo y bajo, sino también hay que eliminar bur(r)ocracia. No podemos ser los penúltimos en el número de días que se dedican a crear empresas entre los países ricos de la OCDE. Y es importante este dato, pues nuestro tejido industrial lo conforman principalmente pequeñas y medianas empresas.

Hay que apoyar al sector privado sin invertir en él. Luego salen casos como Alestis donde las aventuras empresariales de la Junta cuestan millones a los contribuyentes, o se crean parques tecnológicos como si los innovadores geeks surgieran por imperativo legal. ¿Acaso Silicon Valley surgió por una propuesta del Gobierno de California?

Se necesita más inversión en capital riesgo. Las empresas de capital riesgo son empresas financieras que invierten en empresas en un horizonte temporal largo (10 años). Pero, por favor, que no sea creen desde el sector público. Ya hemos tenido suficiente con que Invercaria no supiera dónde invirtió o que invirtiera en empresas que no existían. Aún voy más allá, que nuestros políticos se olviden por favor de la idea de hacer un banco público. Hemos tenido suficiente con el desastre de las cajas de ahorros.

Por último, hay que cambiar la cultura de la subvención por la cultura de los incentivos. Que las ayudas sean en momentos puntuales y de extrema necesidad. Y, por supuesto, no hay que generalizar esos momentos de extrema necesidad. Esta afirmación la sostuvo el mismo consejero de Economía de la Junta de Andalucía en una de sus primeras intervenciones. Buena noticia. Aunque, ya se sabe que del dicho al hecho, hay un trecho.

En definitiva, se trata de ganar una confianza que se tarda mucho en labrar, pero muy poco en destruir. Es preferible una región donde sus ciudadanos viven de la dinámica del sector privado que del –en muchos casos- ineficiente sector público. El sector público es el aceite necesario para que el motor –el sector privado- coloque a Andalucía donde los andaluces queremos.